miércoles, 5 de marzo de 2008
"porqué hay estrellas que brillan pero no se ven..."
Perdí todos tus besos bajo el cielo gris y grande...
Se me rompieron tus caricias...
Tu risa, que siempre fué mi banda sonora,
se convirtió en susurros...
Tu olor, tan particular, ¡Tan tuyo!
se me acabó mezclando con el aroma del café;
con la contaminación de las ciudades,
y me olvidé de él...
Tu pelo se me enredó en mis sueños,
tu pelo, que me abrigó tanto tiempo regando mi calma,
se encardó para quemarse y reducirse a cenizas...
Tu mirada, tan pura y sincera, tan llena de ternura,
cariño y amor,
se tiñó de odio, ira y melancolía...
Y por último, el más precioso de tus regalos:
¡Tu corazón...!
Se me resbaló de las manos partiéndome el alma,
creando en mi ser una herida tan pura, justa y merecida
que nunca sanará;
... Una herida tan profunda,
que no sangra, sino llora...
viernes, 8 de febrero de 2008
Rio Piedra.
"A orillas del río Piedra me senté y lloré. Cuenta una leyenda que todo lo que cae en las aguas de este río -las hojas, los insectos, las plumas de las aves- se trasnforma en las piedras de su lecho. Ah, si pudiera arrancarme el corazón del pecho y tirarlo a la corriente; así no habría más dolor, ni nostalgia, ni recuerdos.
A orillas del río Piedra me senté y lloré. El frío del invierno me hacía sentir las lágrimas en el rostro, que se mezclaban con las aguas heladas que pasaban por delante de mí. En algún lugar ese río se junta con otro, después con otro, hasta que -lejos de mis ojos y de mi corazón- todas esas aguas se confunden con el mar.
Que mis lágrimas corran así bien lejos, para que mi amor nunca sepa que un día lloré por" ella
martes, 5 de febrero de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)